Tuesday, October 23, 2012

ACERCA DE LA MADRE; según comprensiones sistémicas de Bert Hellinger La madre, es el componente femenino de la vida, en su función mas profunda. Gestar la vida. Nuestra realidad sexual, nos diferencia en hombre y mujeres, padre y madre. La mujer, no ENGENDRA, GESTA. Solo se engendra en la confluencia y unión de padre y madre. Asi lo masculino es imprenscindible, indisoluble, constitutivo, y no complementario en lo humano. Por su función gestante, a madre influye predominantemente en el primer ciclo vital, gestación, nacimiento, lactancia. Rige el TOMAR, RECIBIR, EMOCIONES, COMPASION, DERECHOS, VIDA, SALUD, ALIMENTO, DINERO. El padre rige el DAR, ORDEN, OBLIGACIONES, MUNDO EXTERNO, CREATIVIDAD, TRABAJO, COMPETENCIA, RACIONALIDAD. LA MADRE es el primer “amor” internalizado y concientizado por niños y niñas. Recién al deambular y escolarizarse, aparece el amor, y visualización del padre, latencia escolar hasta la pubertad. Ese primer amor a la madre, determina nuestro modo de amar. Nuestras expectativas, anhelos heridas y traumas al enamorarnos. El enamoramiento, es una regresión a esa etapa, al deseo de la simbiosis, unión absoluta, y con ello dependencia y apego, esa sensación de total abandono en la seguridad del otro, remite a la experiencia uterina, y al regazo materno. La etapa del enamoramiento en la vida adulta, recrea siempre, en hombre y mujeres a esa etapa del amor de la madre, y debe continuar , con la etapa siguiente, que configura el amor adulto, cuando aparece el “desencanto” o separación, que remite a cuando el niño descubre que es algo separado de su madre y asi comienza la etapa del realismo adulto. Recién ahí se empieza una relación amorosa adulta, que se construye respetando la individualidad, la diferencia, el intercambio y los limites. Asi, el modo, a veces reiterativo de “enamorarse” esta ligado a lo añorado de la madre, si lo tuvimos o lo reclamado de la madre si falto. Lo temido de la madre, también lo perverso o traumatico que experimentamos. Esto es asi tanto para hombre como para mujeres. La mujer no se enamora de su padre, sino que proyecta sobre su padre, y luego en las parejas, lo evocado de la madre, y se lo adjudica o traslada al padre-parejas. Lo mismo que los hombre, o en la homosexual. Basta recordar todo poema, bolero o tango, toda novela, toda descripción pasional, a que situación corresponde? Es un niño dirigiéndose a la madre. Quien no puede “vivir sin ti”? un bebe sin su madre.! También las experiencias sexuales, remiten a las percepciones de la gestación y lactancia. Duro golpe al romanticismo? Tal vez, pero muy útiles para madurar y amar sin sufrir. La madre, rige también la compasión, y el consuelo. Nuestra MADRE MARIA, la virgen, las diosas de toda religión o mito, sobre todo la MADRE TIERRA, proveedora de alimento y vida. Tambien en su contraparte oscura, rige el CAOS Y LA MUERTE. Esto es nuestra relación con la madre como hijos, ahora como madres, es útil entender que somos la mitad, la parcialidad, el componente femenino, de una realidad masculina-femenina. Las competencias del PADRE, deben ser respetadas, aunque tenga que ejercerlas la madre, como cualquier acción de la competencia masculina, que también contenemos pues la hemos tomado de nuestro padre, se hara respetando, eso, que es de la competencia o área masculina. O sea respetando lo masculino, incluso lo internalizado en nosotras. Esa comprensión, esa visión de la realidad, constituye en las Teorias sistémicas, en particular de Bert Hellinger, una fortaleza e incluso una enunciación polémica, a la luz de los “feminismos” y “machismos” etc. Si el patriarcado carga en su historial con aberrantes consecuencias, no son menores, ni mejores las cometidas por el Matriarcado. Esto parecen evidenciarlo muchos hallazgos antropológicos. Hoy es aceptado que hemos transitado alternativa y coincidentemente en miles de años, periodos de matriarcados, feminocracias, como las amazonas, tanto como patriarcados que estan mejor registrados históricamente. Creer que la crueldad es patrimonio de los hombres, es insostenible. El equilbrio y orden, concepto este ultimo muy devaluado actualmente, como si los excesos, autoritarismos, rigidez estructural, y otras desviaciones del orden, pudieran eliminar su esencia y necesidad, esta dado por la interelacion e integración de lo FEMENINO Y MASCULINO. Polaridad yin yang, etc. Y por un orden, que regula su funcionamiento. Toda la naturaleza, tanto en la construcción como en la destrucción, tienen un orden. Es un orden complejo, no el simplismo lineal newtoniano, pero SIEMPRE hay un ORDEN. Tambien hay un Caos, y en el equilibrio e interaccion de ambos, la existencia existe, el ciclo de vida y muerte, crecimiento y decrecimiento, se desarrolla y avanza. La madre es todo lo que percibe un hijo en su gestación y lactancia, pero primero hubo un hombre del cual proviene exactamente LA MITAD de nuestro ser. Recordémoslo, honrando asi a nuestro padre, pues la vida es mas fácil cuando aceptamos nuestra parte, “parcial” de la tarea. Somos madres, porque hubo un padre también. Menos visible, claro, pero imprescindible. Sobre estas dos posiciones, como hijos ante nuestra madre, y como madres ante nuestros hijos, las invito a reflexionar y compartir hoy, este punto de vista. Coordina: Maria Magdalena Muñoz Mediavilla:

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